Al cole Cervantes con la mochila cargada de sueños y alegría.
A pesar de que hice todo lo posible por evitarlo, no pude librarme de aprender bastantes cosas en el colegio. De los libros y de los maestros en las horas de clase, y de la vida y los compañeros en las de recreo cronometrado y pellas improvisadas sin chivatazo parental vía SMS