El representante de la ilustración española
Jovellanos es el representante más genuino de la Ilustración española. Fue un hombre culto, abierto, fecundo y ejemplar que se caracterizó siempre por un hondo patriotismo y una gran preocupación por los distintos problemas de España. Su espíritu crítico y renovador se plasman en una preocupación constante por reformar las instituciones y costumbres vigentes.
Es asturiano, nacido en Gijón en 1744 de familia noble. Tras sus estudios de filosofía y leyes se dedica a la vida pública: Sevilla, Madrid, Gijón… Durante su estancia en Sevilla entra en contacto con importantes ilustrados de la época (Olavide, …). Su ejercicio en Madrid como alcalde de Casa y Corte y como miembro activo de distintas academias y otras instituciones le sirve para difundir las nuevas ideas.
Tras la muerte de Carlos III su suerte cambia: es apartado de la Corte con pretexto de un cargo en Asturias. En Gijón funda el Instituto de Estudios Asturianos, con el que pretende favorecer el desarrollo de la región. Además publica una obra – el Instituto – donde se enseñaba con espíritu crítico, abierto y moderno, ciencias naturales y lenguas modernas.
En 1797 Godoy le nombra Ministro de Justicia. Sin embargo las fuerzas reaccionarias opuestas a su espíritu reformador, promueven su cese y lo logran. De nuevo regresa a Gijón. Se le acusa de hereje entre otras cosas, y en 1801 es detenido y deportado a Mallorca donde es mantenido preso en la cartuja de Valldemosa y en el castillo de Bellver.
José Bonaparte le libera tras la invasión francesa (1808) y le ofrece un nuevo cargo de ministro. Jovellanos, con una salud muy deteriorada ya, lo rechaza sin embargo y no duda en ponerse al lado de quienes se levantaron contra los invasores. Es suya la frase: “Yo no sigo un partido, sino la santa y justa causa que sostiene mi patria”.
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