Nominada a los premios Goya en categorías como dirección novel, actores revelación, guion original o canción original
¿Conocéis esa sensación de domingo por la tarde buscando una peli en las cien mil plataformas que tenemos contratadas para conseguir una peli a gusto de toda la familia? Seguro que os suena familiar … Esa fue la situación que nos llevó a elegir esta película hace unas semanas un domingo cualquiera en casa. Ya os adelanto que la combinación de edades y gustos cinematográficos de las cuatro personas que elegimos la peli nos dificulta, muchas veces, encontrar algo para ver que nos deje la sensación, cuando termine el visionado, de que hemos elegido bien y hemos pasado un rato estupendo. Pues eso fue exactamente lo que conseguimos al elegir Te estoy amando locamente en la plataforma FILMIN
Elegir cine español y nominado a algunas categorías de Premios Goya, tengo que admitir que nos facilitó un poco la selección. Siempre nos gusta haber visto alguna de las películas (preferentemente en cine) antes de que llegue la Gala de los Goya y así indignarnos, o no, cuando las quinielas de las principales categorías no corresponden con las ganadoras finales.
El caso es que la película parecía, a priori, una comedia ambientada en los años 70 en el Sur de España, Sevilla concretamente, (Tengo que admitir que preferimos no leer mucho más sobre argumentos y críticas). Los actores más conocidos como Alba Flores. Ana Wagner o Carmen Orellana, nos invitaban también a la elección de la película, convencidos de que, al menos las interpretaciones serían de calidad.
¿Qué nos cuenta la peli?
Pero este primer largometraje de Alejandro Marín no paró de sorprendernos. La película cuenta la historia de una familia compuesta por una madre viuda y un hijo al final de los años 70 en Sevilla, concretamente en 1977 cuando todavía estaba vigente la Ley de Peligrosidad, que condenaba las presuntas conductas homosexuales.
En el seno de una familia humilde, trabajadora, con un hijo que se suponía que iba a seguir los planes que su madre (viuda) tenía preparados para él: entrar en la Facultad de Derecho y conseguir hacer una carrera universitaria. De repente , ¡todo se trunca!
¿Qué pasa cuando tu único hijo (Miguel) , que tiene unas notas brillantes y contactos para entrar en un prestigioso bufete de abogados cuando acabe la carrera, en lugar de estudiar Derecho quiere ser concursante en un programa de jóvenes talentos para dedicarse al mundo del “artisteo”? ¿que pasa cuando, además el artisteo no es uno cualquiera si no que se le suma un componente de orientación sexual por parte de Miguel que proyecta su futuro como “artista”al del mundo de los clubes nocturnos de travestis? Pues evidentemente el conflicto y el drama familiar está servido.
En una España que empezaba a despertar de los 40 años de dictadura, en la que la mayoría de los padres de la época tenían como mayor deseo, a costa de gran sacrificio, poder darle a sus hijos esos estudios universitarios que ellos no pudieron tener, de repente tu hijo quiere ser artista y además es homosexual. ” ¿Qué ha hecho esa madre para merecer eso?”
Notas históricas del comienzo del movimiento LGTBI en Sevilla y su lucha por derogar la Ley de peligrosidad que provocaba que las personas no heterosexuales estuvieran expuestas a ser detenidas y apaleadas sin ningún otro delito que su orientación sexual
En la película se cuenta también como la iglesia de la época, o determinada fracción de la iglesia de la época, ayudó al movimiento facilitando espacios, abogados etc y como la sociedad civil seguía dificultando, en muchos de sus sectores más conservadores y rancios, la criminalización de las personas por su orientación sexual.
Ana Wagner está estupenda en su papel de “madre coraje” que transita, desde una situación como la de echar a su hijo de casa hasta la de apoyar la causa liderando desde las primeras filas. Desde el amor incondicional de madre, pero también desde la empatía de entender situaciones y realidades que no se había planteado hasta entonces.
El resto de actores, unos con papeles “más lucidos” que otros, completan un más que digno elenco que hace totalmente creíble la historia, que al fin y al cabo es uno de las características fundamentales que le pedimos a una película ¿no?
En fín, poco más de una hora y media de película que consiguió lo que buscábamos cuando la elegimos: Pasar un rato entretenido, disfrutar de las interpretaciones, conocer los comienzos de un movimiento asociativo en un momento histórico que muchos desconocíamos, emocionarnos, divertirnos y, en definitiva terminar con la sensación de haber disfrutado con el cine
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