La visita a la naturaleza de Alcalá tiene dos paradas de excepción. Una, el Parque de los Cerros, situado a pocos kilómetros del centro de la ciudad y al que se accede siguiendo la carretera de Pastrana hasta llegar a la altura de un cementerio jardín, cuya entrada mira frente por frente la del parque natural. Sus 800 hectáreas de extensión albergan un interesante repertorio de hábitats y de especies animales y vegetales sobre unos terrenos que combinan el atractivo geomorfológico con el arqueológico, pues el parque conserva en uno de sus lugares restos del antiguo asentamiento musulmán: Al Qal´at´al Salam.
La otra parada es el Real Jardín Botánico Juan Carlos I, joya ornamental y científica delmoderno proyecto de Universidad de Alcalá de Henares. Las obras se iniciaron en 1990 en unos terrenos que comprenden 250 hectáreas del Campus y 76 más de la colindante finca del Encín. Ocupan la segunda y tercera terraza del río Henares al noroeste de Alcalá.
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