Una tragedia de risa!
Una de las formas principales con las que rompemos con la obra original es que la desmesura del personaje principal, Otelo, es interpretado por una mujer. Esta mujer da mejor combustión a parodiar a un hombre ardientemente celoso, para que el suplicio atroz tenga un concepto más femenino en la acción de la obra, y a través de distinto planos ridiculizar la esclavitud de los sentidos durante los momentos más inquietantes en el universo de Otelo. También cabe resaltar que de este trabajo es la de hacer una justicia histórica hacia la mujer, ya que en los inicios del teatro isabelino emplear a actrices estaba prohibido por la ley; los hombres interpretaban los roles femeninos. A día de hoy, eso ya no ocurre, sin embargo gran parte de los papeles femeninos son secundarios, y en muchos casos, relegados a papeles de víctima o enamorada.
Asimismo dar otra Desdémona, alejada de estar siempre sumisa y correcta, más temperamental, desenvuelta en el juego, quizás buena esposa y buena amiga desde otras perspectivas, no estar condenada por sus virtudes mismas a la desdicha y la sumisión.
Yago, hombre siniestro, mediocre, misógino y xenófobo; desairado por no ser el elegido por Otelo para un ascenso, incita a Otelo a desconfiar de su mujer y le ofrece pruebas manipuladas de una supuesta infidelidad de ella con Casio, su gran amigo.
Versión libre de Carlos Alcalde de la compañía de teatro Entrecalles
FUNCIÓN para PÚBLICO ADULTO
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