Ruta literaria por Alcalá de Henares
Localización 5: Plaza del Padre Lecanda. Oratorio de San Felipe Neri
En este Oratorio de San Felipe Neri residió Unamuno, uno de los principales representantes de la generación del 98, durante sus frecuentes visitas a Alcalá de Henares invitado por su buen amigo el Padre Lecanda y en él escribió en 1897 el primer cuaderno de su Diario Íntimo.
Unamuno fue una de las personalidades más destacadas de la literatura española del siglo XX. Gran crítico de los regímenes políticos en los que vivió fue desterrado por oponerse a Primo de Rivera, tras la dictadura vuelve a España siendo diputado durante la II República.
Al inicio de la Guerra Civil pronunció la famosa frase “Venceréis pero no convenceréis” lo que le valió la reclusión en su domicilio hasta su muerte en 1936. Su obra está marcada por las dudas religiosas y existenciales, de hecho se le ha considerado como uno de los primeros escritores existencialistas modernos. Reflexionó ampliamente en su obra sobre el problema de España y su retraso respecto a Europa.
Viajó por todo el país sintiendo una especial preferencia por las tierras y el paisaje castellano. En su obra Vida de don Quijote y Sancho (1905) expresa su interpretación de la novela cervantina como expresión del alma española. De Alcalá dejó escrito: “Nosotros, los vascongados, debemos recordar que en Alcalá estudió Iñigo de Loyola. Fue llamado con su título más glorioso la ciudad de los santos y de los sabios”. Tras este retiro espiritual en Alcalá escribió un artículo titulado En Alcalá de Henares que publicó en el Noticiero Bilbaíno, recogido posteriormente en el libro De mi país.
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No se ve a Alcalá, como a nuestros pueblos, recogidita en el regazo de montes verdes, bajo un cielo pardo, sino tendida al sol en el campo infinito, dibujando en el azul las siluetas de las torres de sus conventos”
Miguel de Unamuno “De mi País”
El Conjunto Conventual de San Felipe Neri fue promovido en 1694 y es la única congregación masculina que queda en Alcalá y que no fue desamortizada. De exterior muy sencillo, ubicado en la pintoresca plaza del Padre Lecanda, es uno de los rincones más bellos y evocadores de Alcalá, en su interior destaca su iglesia con cuadros de Maella o Palomino y tallas de Gregorio Fernández. Se comenzó a edificar a principios del siglo XVIII siguiendo las pautas, tanto en su arquitectura como en su decoración, del estilo barroco, terminándose las obras de construcción de la iglesia en 1704 y las del convento en 1714. El interior del convento es de gran sencillez en el claustro y dependencias, siendo el único elemento notable la escalera principal, presidida por un lienzo de la Inmaculada obra de Pereda. También hay que mencionar la riquísima biblioteca y archivo que, entre sus más de 8.000 volúmenes, incluye dos incunables