Ruta literaria por Alcalá de Henares
Localización 12: Calle Colegios. Antiguo Real Colegio-Convento de los Agustinos Calzados de San Agustín
Poeta, humanista y religioso agustino, fue una de las figuras más importantes del Renacimiento Español y junto a San Juan de la Cruz uno de los máximos exponentes de la literatura ascética. Completó sus estudios de Teología en Alcalá para escuchar las clases de la Cátedra de la Biblia que impartía Fray Cipriano de la Huerga, orientalista y catedrático de la Biblia. Doctor en Teología y docente en la Universidad de Salamanca, fray Luis fue uno de los principales representantes del Humanismo en España, símbolo de la resistencia del intelectual frente al poder represivo de la Inquisición. Su crítica filológica al texto de la Vulgata la versión tradicional y aceptada por la iglesia de la Biblia y su traducción al castellano del Cantar de los Cantares serían los principales motivos de la denuncia presentada ante la Inquisición contra él y otros compañeros. Tras cuatro años en prisión sería absuelto finalmente en diciembre de 1576, en 1577 retomaría su labor en la cátedra de Teología pronunciando su célebre frase “Decíamos ayer…”. Sus temas preferidos, además de los morales propios de su condición de Fraile son el deseo de soledad y retiro en la naturaleza, tópico clásico del Beatus Ille. La mayoría de sus odas tratan de este tema y de la búsqueda de paz espiritual y de conocimiento, de carácter inquieto, apasionado y vehemente, anhelaba la soledad, la tranquilidad, la paz y el sosiego. “¡Qué descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido,/y sigue la escondida/senda por donde han ido/los pocos sabios que en el mundo han sido!” Este tema se reitera en toda su lírica, la búsqueda de serenidad, de calma, de tranquilidad para una naturaleza que, como la suya, era propensa a la pasión. Y ese consuelo y serenidad solo lo encuentra en los cielos o en la naturaleza