Debería ser la excepción, no la regla

Y llegó el fin de semana de Brecht en el Corral de Comedias, con lleno absoluto y cartel de NO HAY ENTRADAS colgado en las taquillas del Corral.

Quizá, una de las razones para este éxito de público, podría parecer que ha sido la aparición en el elenco principal, de Alba Flores (famosa por sus personajes de mujeres con gran personalidad, en series televisivas de gran éxito como La Casa de Papel o Vis a Vis). Pero, desde luego, no fue la motivación de todos los espectadores que que tuvimos la suerte de poder disfrutar de la representación del viernes. En el posterior coloquio con la compañía, pudimos comprobar que, q había entre el público, espectadores que habían llegado al Corral por su admiración hacia el autor teatral  Bertolt Brecht y que eran grandes conocedores de la obra de este comprometido autor.

Y los actores nos contaron …

En este coloquio, los integrantes de la Extraña Compañía (Alba Flores, Juan Sánchez, Sara Sanz ,  Nüll García, y Belén López-Valcárcel ) nos fueron desgranando detalles sobre la obra que, claramente, aportan un valor extraordinario a los espectadores que, a parte de disfrutar de la obra, pueden entenderla mejor en todas su complejidad y desarrollo. Siempre son detalles que el publico agradece muchísimo.

Los textos utilizados en la representación, tal como nos contaron, son fieles 100% al original, así como las letras de las canciones que se intercalan con los diálogos. Sólo la música y la pequeña “licencia” de cambiar los protagonistas masculinos por femeninos, han sido aportaciones de la Compañía.

El trabajo para la puesta en escena, viene de una residencia que los actores realizaron con Brecht  como objeto de estudio y profundización.

De ese estudio salieron los detalles que consiguen el que La Excepción y la Regla sea una de esas obras “redondas” en su ejecución en escena. Cada detalle está cuidado, cada movimiento tiene un porqué, la expresión corporal es uno más de los personajes imprescindibles para contar lo que quieren contar y como lo quieren contar. No, en vano, las obras de Brecht estaban pensadas para representar en institutos, fábricas y no en los escenarios habituales, persiguiendo llegar al mayor número de personas posibles y ser el agente de cambio que buscaba desde el origen mismo de la injusticia social y las que lo sufren, provocando el que las personas pusieran en cuestión sus realidades.

Autor comprometido

La escena final, en la que el juez desarrolla el juicio y emite su veredicto, completa cualquier “fleco” que hubiera podido quedar durante la representación y dirige el foco hacia un lugar claro en el que todos vemos el mensaje que se quiere transmitir.

Todo un privilegio recibir el teatro de este autor alemán tan significativo para el Siglo XX de este primer montaje de la compañía dirigida por Catalina Lladó que promete traernos un teatro comprometido con la realidad social de nuestro mundo.

Aprendamos a no tomar como normal (regla) lo que debería ser una excepción.

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