Tú me quieres blanca por Elena Aranoa, en el Corral de Comedias el pasado viernes 21 de noviembre
La música siempre ha conseguido acercarnos a la poesía. Más allá de las inevitables letras chorras de la cancioncita del verano o de la verborrea sexista y sin sentido con la que se expresan algunos estilos, en casi todas las canciones puedes encontrar palabras cargadas ya no del evidente ritmo poético que conlleva la rima, sino también del lirismo y el impacto emocional que son la razón de ser del arte de Calíope y Erato. Y no importa lo sencilla o simple que pueda parecernos, lo que cuenta es como nos impacta, y si Bon Jovi enciende el corazón de miles de adolescentes cantando que tu amor es como una mala medicina, o ACDC despierta mi espíritu rebelde señalándome el camino de la autopista hacia el infierno, pues a mí me vale, no soy tan estéticamente exquisito.
A cuantos músicos se les podría llamar también poetas, Leonard Cohen, Bob Dylan, Joan Báez, Joaquín Sabina, Silvio Rodríguez, Joan Manuel Serrat…A este último probablemente le debemos que se haya recuperado la memoria de Miguel Hernández, un poeta castigado por el olvido impuesto por los que no se conformaron con ganar una guerra, también quisieron hacer desaparecer a los vencidos. Y en esta línea pero en otro sentido discurre la propuesta de Elena Aranoa, recordar a todas esas mujeres poetas, cargadas de talento y de osadía, que vieron silenciadas sus voces simplemente por no haber nacido varones. Medio mundo imponiendo su voz sobre el otro medio, acallando pensamientos, pasiones, sueños y esperanzas. Es labor obligada sacarlas a la luz, y eso es lo que intenta y consigue, aunque sea ante un auditorio reducido, Elena con sus canciones, con una selección de poemas con un fuerte significado, empezando por el que da título al espectáculo y al disco que sirve de excusa: Tú me quieres blanca, de Alfonsina Storni.
Dulzura, complicidad, emotividad. Todo eso trasmite la compositora guipuzcoana en su concierto. Un concierto didáctico que llega al corazón y a los sentidos a través de las historias de unas mujeres poetas que se asoman entre notas musicales para empezar a formar parte de nuestros recuerdos. Josefina Romo Arregui, María Cristina de Arteaga, Pilar de Valderrama, Margarita Ferreras, Lucía Sánchez Saornil, Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Paca Aguirre, Gabriela Mistral y Alejandra Pizarnik. Un piano, una guitarra, una voz. Un acierto. El de ella, Elena, por haber creado algo tan hermoso. El mío, por no habérmelo perdido. Agradecido.
