Cabezas de cartel , otra deliciosa sorpresa teatral

En la programación del Corral de Comedias del pasado 12 y 13 de mayo de esta temporada 2023

Cabeza de cartel, de Perigallo Teatro , fue otra de esas sorpresas que nos llegan al Corral de Comedias de Alcalá, que NO van precedidas por Cabezas de cartel que nos llevan, precisamente, a elegir una obra que disfrutar en el teatro porque conocemos a los actores que la protagonizan o al director/autor que la firma.

No escribimos en lacallemayor, cada vez que acudimos al teatro y nos gusta algo, pero si que intentamos hacerlo de vez en cuando, sobre todo con obras del circuito independiente que lo tienen más difícil para llegar a los escenarios, y más aún, como es el caso de esta, cuando consiguen llevar tres años girando por esos teatros de España despertando en los espectadores eso que ellos buscan como primer objetivo: la emoción y la honestidad

cabezas de cartel

Cabezas de cartel no es una apuesta sencilla, ni convencional. Durante hora y media mantiene al espectador en su butaca atento y, desconcertado en muchos momentos, con sus continuas idas y venidas traspasando la cuarta pared que separa a los actores y la ficción del público, con una maestría que consigue que no nos perdamos de la idea principal ni un solo momento, pero crear esa interacción que nos convierte en parte de la historia

Es una obra escrita y protagonizada por Celia Nadal y Javier Manzaneda, que dan vida a sus “alter ego”: otra Celia y otro Javier, que no son ellos, porque ese es el pacto al que llegan con el espectador, pero que, claramente están ahí, en su verdad, en su honradez y su autenticidad.

La obra es una propuesta metateatral en la que Javier y Celia nos muestran todas las cartas boca arriba: la de un mundo, el de la creación teatral, en el que es infinitamente complicado salir adelante, si tus principios no son los que rigen el mundo empresarial que hay detrás del teatro y de cualquier disciplina artística.

¿Cómo de lícito es renunciar a tus principios por conseguir una propuesta que llene las salas de teatro? ¿solo se pueden llenar esas salas si hay cabezas de cartel al frente de las propuestas para llevar a los espectadores a comprar una entrada de teatro? ¿y si lo hacemos, puede ser que deje de apasionarnos en lo que hacemos? ¿dejaría de ser el centro de nuestra vida?

En el caso de Celia y Javier, está muy claro que no podría ser de otra manera. Durante el tiempo que dura la representación, nos convencen de ello. Es su forma de crear, de actuar, de producir, de luchar, en definitiva de vivir: apasionada, sin filtros, sin una red que les recoja cuando se dejan caer, mostrando sus debilidades y también sus fortalezas, con esa honradez y autenticidad que plasman en cada una de las cosas que muestran en el escenario, también en sus miserias, miedos y debilidades.

Una obra compleja, muy exigente a nivel actoral, en todos los sentidos, tanto física como mentalmente, con un texto que no da lugar al descanso en ningún momento. Los dos están soberbios en la interpretación, con una intensidad que, en algún momento, hace al público pensar que van sufrir un “infarto” en el escenario, con momentos tan emocionantes que provocan hasta un nudo en la garganta al espectador en su butaca , pero que arrancan la ovación más merecida cuando llega a su fin porque descansamos todas a la vez y esa es la MAGIA del teatro: conseguir, durante hora y media que no pienses en nada más, que lo sientas como ellos, te preguntes las mismas cosas que se están preguntando, que sea una experiencia ÚNICA E IRREPETIBLE que, aunque veas la representación al día siguiente, no será la misma experiencia, seguro, ni por tu parte como espectador, ni por la de ellos.

cabezas de cartel

Si es con coloquio mejor

Nosotras, además, tuvimos la suerte (siempre lo intentamos así) de acudir a la representación del viernes, en la que hay un coloquio posterior con el equipo artístico (en este caso Javier y Celia) y ahí nos terminamos de enamorar de esta pareja que lleva la pasión como “bandera” de sus proyectos vitales y profesionales. Cuando, tras la representación, nos comparten, aún más, como es, y ha sido representar y crear una obra como esta y también un poquito sobre el resto de su trabajo. En esta ocasión, se añadía el lujazo de poder realizar un taller de clown en la mañana del sábado, que ofrecía la compañía, de manera gratuita, si habías comprado tu entrada para ver la obra: ¿se puede pedir más?

El teatro te está esperando

El especio del Corral de Comedias consigue, además, en muchas obras, y esta que habla tan profundamente y con tanto amor del mundo de la creación teatral, que los actores/creadores que se suben y muestran su propuesta en un espacio así sientan, además, la magia que está impregnada en sus muros y se contagien de ese espíritu que trajo el teatro a nuestra ciudad, en ese espacio, allá por el sigllo XVI y que, a día de hoy, a pesar de las tecnologías, del cine, y de mucho más, sigue trayéndonos al Corral. El teatro NO TIENE nada que se le parezca, por eso SIEMPRE volvemos para dejarnos llevar y alimentarnos el alma.

Nos daríamos por contentas si, después de leer esta reseña os decidierais a sacar una entrada para el teatro porque, aunque dudáis de si ir a ver una obra de teatro “por si no me gusta”, probéis a dejaros llevar por propuestas, aunque no vengan precedidas de Cabezas de Cartel, porque es muy probable que la sorpresa sea tan mágica que os convirtáis en espectadores “adictos” al teatro para siempre como nosotras.

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