¿Estamos en el camino?
Vivimos en una ciudad, Alcalá de Henares, que tiene un casco histórico que le ha supuesto el título de ciudad Patrimonio de la Humanidad. Es por ello que turistas que nos visitan, ya sea desde lugares cercanos de la Comunidad de Madrid, o del resto de España o el mundo, inundan sus calles y plazas para admirar su patrimonio arquitectónico y cultural, a la vez que disfrutar de sus múltiples opciones donde disfrutar también de un placer gastronómico para los sentidos. También las vecinas y vecinos de la ciudad que no residen o trabajan cerca en el casco histórico, no quieren perderse estos placeres y aprovechan los tiempos de descanso para dirigirse al centro desde sus barrios de residencia.
Desde hace algunos años, afortunadamente, se ha emprendido un proceso de peatonalización del centro que ha alejado los automóviles de la estampa habitual de nuestro casco histórico. A veces, cuando encontramos una fotografía de la plaza de Cervantes o de la calle Libreros llenas de coches y tráfico rodado, nos parece mentira el cambio que se ha conseguido en la ciudad: una Alcalá más amable con las personas, y en camino hacia una sostenibilidad ambiental imprescindible en los tiempos que vivimos.
Las decisiones de peatonalización y, en general, de reducción del tráfico rodado en las ciudades han sido polémicas y controvertidas durante mucho tiempo, se han utilizado como arma arrojadiza por partidos políticos de distinto signo, se ha argumentado largo y tendido sobre los inconvenientes e incomodidades que generan en las personas que residen en el centro y también a determinados negocios . Pero, a estas alturas, nadie debería cuestionarse que es el único camino posible y que no hay otras opciones si queremos seguir viviendo en ciudades con condiciones ambientales “más o menos aptas para la vida” .
Hay ya un largo recorrido de procesos de éxito de ciudades en nuestro país, algunas de ellas como Pontevedra recibió de la ONU el premio a la mejor ciudad para vivir tras el proceso de cambio de modelo de urbanismo, que demuestran que esta es la opción a seguir si o si.
En el caso de nuestra ciudad, como en el de otras, el proceso puede provocar algunos inconvenientes , mientras está en desarrollo, pero es labor de los gobiernos municipales , asesoradas por el personal científico y técnico cualificado que sea necesario, (y no de espaldas a ellos) buscar las soluciones para que llegue a buen puerto con el menor impacto negativo para los vecinos y vecinas en el proceso.
En Alcalá, concretamente, estamos inmersos, ya desde hace un tiempo, en ese proceso. Llevándose a cabo modificaciones urbanísticos necesarias para que Alcalá se convierta en una ciudad más amable. Como vecinas de Alcalá, creemos que estamos en el camino aunque quedan muchos hitos por alcanzar hasta que podamos considerar que realmente vivimos en una ciudad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y las personas. Estos hitos son varios, pero los más importantes, si nos fijamos en los modelos de otras ciudades serían:
- Mejorar el transporte público
- Renuncia a mejorar el tráfico de coches y sustituir por mejorar el espacio público desde la perspectiva del peatón
- Creación de aparcamientos disuasorios, pero siempre teniendo claro que supone reducción de plazas de aparcamiento
- Regulación del tráfico de residentes y servicios de la forma menos invasiva posible
- Planificar la ciudad en su conjunto, sin dejar a los barrios al margen
- Aumentar las zonas verdes y el arbolado para que las personas recuperen el espacio público como espacio de encuentro
- Educación y Comunicación positiva a los vecinos y vecinas sobre las ventajas del proyecto
- Mapas de metrominuto para visibilizar la posibilidad de ir caminando a los lugares
- Concienciación de la importancia de la limitación de velocidad para vehículos a motor y también para bicicletas, patinetes y otros vehículos de movilidad personal
- Comunicaciones municipales específicas
Desarrollamos alguno de estos hitos en el caso de nuestra ciudad
Mejora del Transporte público
El transporte público urbano tiene que ser eficiente , DE VERDAD, para que pueda resolver las necesidades de una población de más de doscientos mil habitantes que no reside, en su mayoría, en el centro histórico pero que quiere disfrutar del centro de su ciudad, sobre todo los fines de semana para pasear, comprar o poder acudir a la amplísima oferta cultural de que disponemos en los teatros y salas de exposiciones que se encuentran en el centro y que no cuenta con un servicio de transporte de calidad en esos días festivos:
- Las frecuencias de paso de las líneas de autobuses urbanos que llegan a demorarse entre 30 y 40 minutos entre uno y otro, una frecuencia excesiva para poder planificarse acudir al centro en autobús urbano desde los barrios de Alcalá a un evento que tiene una hora de comienzo concreta, dificultando así el uso del mismo y fomentando el que los vecinos y vecinas de los barrios más alejados tengan que coger sus vehículos privados (si disponen de ellos) con el consiguiente colapso de aparcamientos y de tráfico en los alrededores del centro
- Tres líneas de autobuses que nos acercan a la Plaza de Cervantes (concretamente frente a la Hostería del Estudiante en la calle Colegios), tienen anulada la parada los fines de semana, por la peatonalización de la calle: líneas de microbuses eléctricos para cubrir esos trayectos los fines de semana o permitir el paso de los autobuses urbanos habituales, tal como se hace por las vías peatonales con los vehículos VTC o los particulares hospedados en el Parador de Turismo podría ser una alternativa a la situación actual
SI crees que el servicio de TRANSPORTE PÚBLICO de autobuses URBANOS debe mejorar. deja constancia en el REGISTRO de nuestro ayuntamiento presentando una queja/sugerencia. Si no lo hacemos, las personas que gobiernan nuestra ciudad NO tienen constancia de que para las vecinas y vecinos es un tema importante
Menos cemento y más zona verde
La inclusión en los procesos de peatonalización de zona verde y arbolado debería ser una prioridad entendida en el plan conjunto de la ciudad. Como solución a corto plazo, quizá puede añadir complejidad frente al hecho del asfalto, granito o similar, sobre todo a nivel de mantenimiento, pero, de nuevo, si queremos poder vivir en nuestra ciudad no va a quedar más remedio que buscar pequeños oasis que mitiguen un poco los efectos del calentamiento que ya venimos sufriendo pero que se hizo patente y evidente el verano pasado en nuestra ciudad. Realmente, no se si habéis hecho la prueba, pero al diferencia de grados entre la plaza de los Santos Niños y la plaza de Palacio, (en la que todavía hay una fuente y algo de “tierra” y arbolado) son casi cuatro grados en verano, ya no hablamos de la diferencia con otras zonas verdes más amplias, como la plaza de la Juventud en que la diferencia puede llegar a 6 grados. No entraremos en incluir referencias a estudios científicos porque seguro que los que estamos interesados en el tema ya lo hemos hecho.
Creemos que no es necesario seguir detallando puntos en un proceso tan complejo pero a la vez con tanta documentación generada y tantos proyectos finalizados con éxito, eso se lo dejamos a los técnicos expertos y a los gobiernos municipales para que los desgranen y pongan en marcha. Nuestra reflexión es solo un pequeño granito de arena con el que sumarnos a esta demanda colectiva por un futuro posible en nuestras ciudades y queremos aprovechar el comienzo de la nueva legislatura de gobierno municipal en nuestra ciudad, para lanzar, desde esta reflexión, un grito de auxilio:
¡Necesitamos una ciudad donde podamos vivir, centrada en las personas y en la sostenibilidad de nuestro ecosistema que, de momento, es el único en el que sabemos que es posible la vida tal como la conocemos!
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