La zona vs La peste: gran salto cualitativo en las series españolas

En los últimos meses la industria audiovisual española nos sorprendió con dos series a la altura de firmas norteamericanas como HBO. Me refiero a LA ZONA y LA PESTE, ambas emitidas en Movistar+.

LA ZONA, escrita y dirigida por Jorge y Alberto Sánchez-Cabezudo (también responsables de la miniserie Crematorio), es una miniserie de 8 episodios que ahonda en la investigación de un brutal asesinato en el norte de España, en una zona de exclusión, donde tres años atrás sucedió un grave accidente de un reactor nuclear y aún existen altos niveles de radiación. Con un reparto de la talla de Eduard Fernández, Emma Suárez, Alexandra Jiménez, Manolo Solo, Juan Echanove y Carlos Bardem, entre otros, este thriller policiaco nos revela diferentes problemas y conflictos derivados del desastre nuclear muy próximos a algunos de la España actual.

Por otro lado, LA PESTE, creada por Rafael Cobos y Alberto Rodríguez (director veterano y envidiable del cine patrio con películas como 7 vírgenes, La isla mínima y El hombre de las mil caras) es una serie (ya ha sido confirmada su segunda temporada) ambientada en la Sevilla del siglo XVI, también siguiendo la investigación de un horrible asesinato en mitad de un brote de peste. Protagonizada por Pablo Molinero, Paco León, Manolo Solo, Sergio Castellanos y Patricia López, nos hace penetrar en la miseria y problemática de la España de entonces, con sus ciertos paralelismos con las preocupaciones de la actualidad.

Las similutudes son evidentes y la verdad es que no acaban allí. Ambas producciones son técnicamente muy potentes y constan de guiones que se alejan del formato de dramedia (comedia + drama) para toda la familia, que tan hegemónico ha sido en la televisión española durante décadas, para ofrecernos un contenido para adultos y cinéfilos. Y hasta aquí pueden llegar los aplausos, porque, por desgracia, ambas resultan algo irregulares en su resultado. Dependiendo del tipo de espectador y sus gustos, a unos les molestarán algunos fallos más que otros, y se encontrarán mucho más a gusto navegando en una más
que en otra. LA ZONA, en ocasiones, cae en demasiados clichés, estira subtramas y escenas que nada aportan y no aprovecha todas las posibilidades que ofrece el ecosistema post nuclear que presenta; pero, al mismo tiempo, consigue mantenernos enganchados y hacernos disfrutar gracias a su ritmo y ambientación. Los problemas de LA PESTE se encuentra en la morosidad de su ritmo y la complicación de seguir algunas escenas y diálogos (debido a una combinación de demasiada rapidez, acentos cerrados y cambios de volumen que puede resultar muy frustrante); pero su ambientación, mejor aprovechada que en la anterior producción, y la exploración de sus personajes secundarios resultan una absoluta gozada.

No serán las Breaking Bad ni Las Soprano de nuestra tierra, pero si entre tanta HBO y Netflix llevabas demasiado tiempo (quizás toda la vida) ignorando las series patrias merece la pena darles una oportunidad. Seamos francos, y es que hasta hace poco la calidad de las series españolas, en general, ha brillado por su ausencia. Es por ello que si estas dos producciones marcan el camino a seguir (y así lo esperemos) para futuras producciones hay que admitir que el panorama audiovisual español puede ser de lo más esperanzador.

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